viernes, 15 de julio de 2016

Pensamientos que tienen que ver con

Hay muchos márgenes. Vivimos en márgenes. La cuadra de acá. La calle de allá.
Cierto es que lo que parece una casa, se puede volver un signo. El número su nombre, el nombre de la calle su apellido. Sigo yo dándole entidad a las casas en las que habitamos como células de un organismo que le dan vida.
Bueno, no sé bien en qué parte del día, andando sobre la calle Rodríguez Peña, pensé en la frase pedorra "Pero si Resistencia es un pañuelo", esa que indica, supuestamente que todos nos conocemos, o compartimos el mismo infierno que es vivir entre estas calles tratándonos como si nos conociéramos pulcramente. Terribles desconocidos.

Márgenes.
Esquinas.
Improvisamos un recuerdo,

Se recicla todo bastante bien.
Ahí brilla la piedra preci[o]sa. Entre lo que concierne el color.


Resulta que es mentira eso de que todos nos conocemos. No tenemos ni idea de quién vive a la vuelta. En otra casaSer. No... no tenemos ni idea. Excelentes mundos colectivos. Están a parte. Juntitos uno tras otro, pero cada uno preserva su individualidad. Seguimos acomodándonos como tetris en el destino.
Pensaba también, que la ciudad, se desespera en horas pico: Las ocho... se sale se entra, se va a buscar al novio o a la novia, se va a buscar al hijo, regreso del gimnasio, termino la clase de yoga. Tengo que llegar temprano para la clase de canto,
Miles de tiempos acumulado en la calle pública que se atraganta en un solo tiempo de miles.
A ver si algún día logro que me pese menos la conciencia al entender que esto no es un pañuelo, pero que sí, seguro que sí, tiene muchos mocos.

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